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PATERNIDAD ESPIRITUAL DESDE SAN JUAN MARÍA VIANNEY

El pasado jueves 05 de septiembre contamos con la presencia del Presbítero Walter Grajeda, Director Académico del Seminario Mayor Nacional de la Asunción. el padre Walter compartió su tesis doctoral: La Paternidad Espiritual desde la Perspectiva de san Juan María Vianney o más conocido como el Santo Cura de Ars. Todo bautizado es misionero y esa misión lo lleva a evangelizar. El ministerio sacerdotal nace de una vocación pastoral que, mediante el servicio, conlleva a una paternidad espiritual. La expresión paternidad espiritual la encontramos en el Nuevo Testamento, especialmente en algunos escritos paulino. Lo encontramos en 1 Co 4, Gál. 4 y 1ra Tes. 2. La paternidad espiritual debe dar frutos, hablamos de fecundidad espiritual en el sentido de dar la vida a través del servicio. El padre Walter hace referencia a la TRIA MUNERA, es decir, tres servicios fundamentales de la paternidad espiritual sacerdotal:

  • Enseñar: Se ejerce mediante la doctrina, la homilía, la catequesis.
  • Santificar: a toda la comunidad cristiana a través de la gracia de Dios y la administración de los sacramentos. 
  • Guiar: Mediante la potestad sagrada que busca la unidad.

El elemento que permite la unidad de estas tres funciones es el amor. También se debe tener en cuenta el testimonio de vida, los Consejos Evangélicos y las virtudes teologales. En la Encíclica "Sacerdotalis Caelibatus" (Sobre el Celibato Sacerdotal) del papa Pablo VI, numeral 62, se afirma que el celibato prepara al sacerdote para una basta paternidad. El santo Cura de Ars ejerció la paternidad espiritual. El padre Walter indicaba alguna actitudes de vida como: obediencia, la oración por la conversión de su parroquia, una vida de oración profunda. Aún se conservan algunos testimonios  de personas que compartieron con el Santo Cura de Ars.

El Santo Cura de Ars fue un homileta, dedicaba tiempo a la preparación de sus homilías. Se conservan manuscritos con notas al margen y con algunos tachones, lo que indica la profunda y dedicada preparación de sus homilías. Fue un gran confesor, dedicaba mucho tiempo  a la confesión, se conoce que duraba 12 horas confesando. También fue un gran pastor, visitaba a los enfermos y los hogares. También tuvo como prioridad la dirección espiritual. 

nos queda la impresionante personalidad de un hombre verdaderamente santo. Esto nos invita a reflexionar acerca de nuestra vida y de nuestra vocación.